Financiación de la educación: ¿y ahora qué?
Por tanto, os adjunto lo que Miguel decía:
"Los análisis rigurosos y, en su caso, las críticas -pero también las propuestas alternativas- relativas a la financiación de la educación constituyen ya una constante y un cierto patrimonio de las federaciones de enseñanza de CC.OO. y de la propia confederación. Se trata ahora -en esta coyuntura concreta: con una fuerte crisis afectando a la economía y a la sociedad en su conjunto- de ver cuál es la situación de la financiación educativa, cómo puede afectarle la crisis y cuál puede la evolución de los recursos educativos. Es decir, expondremos qué datos son los que presentan los principales indicadores relativos a la financiación de la educación y cuál puede ser su previsible evolución, de no llevarse a cabo políticas activas en defensa del derecho social y personal a la educación y en cumplimiento de los Objetivos de Lisboa.
Los datos que vamos a presentar provienen todos de la estadística del MEC. Hay muchos indicadores al respecto, pero vamos a centrarnos en los que parecen más relevantes:
o % del PIB destinado a gasto público y privado educativo,
o Gasto por alumno/en las distintas CCAA,
o Evolución del % del PIB destinado a gasto público y privado educativo a lo largo de los años de la crisis anterior (1992-1996),
o Evolución de estos indicadores en la OCDE y en la UE.
Es ya un lugar común que España mantiene un gasto público educativo débil e insuficiente para afrontar los retos que demanda la sociedad. La alternativa es conocida y reiterada: se necesita un gasto público educativo suficiente, sostenido y equitativo. Pero lo que interesa señalar ahora de este diagnóstico es su reiteración y antigüedad, es decir, que España nunca ha llegado a tener, siquiera sea por unos años, un gasto público educativo suficiente que le permitiera aprovisionarse de recursos, inversiones, etc…, de los que echar mano en épocas de escasez y retroceso del gasto. En la UE y en la OCDE sí disfrutaron de épocas de bonanza en el gasto y por ello pudieron –y pueden- afrontar mejor las épocas de recorte. En España, las grandes e importantes reformas se hicieron con un gasto débil e insuficiente, lo que sin duda da más valor a los éxitos alcanzados. En los últimos años –de
¿Qué pasó con este indicador en los años que duró la crisis anterior: de
¿Qué va a pasar con este indicador en los años venideros? Puede repetirse lo que pasó en el periodo anterior: reducción del ya menguado % del PIB destinado a gasto público educativo y crecimiento del % del PIB dedicado a gasto privado educativo …, pero ahora nos encontramos con estos retos:
- la población escolar crece; este curso (2008-09) lo hizo en 193.325 alumnos, de los cuales 83.807 eran extranjeros,
- hay profundas (de más del 110%) diferencias –e históricas- en el gasto por alumno de centros públicos en las distintas CC.AA.: en 2005, País Vasco 8.858 euros y Andalucía 4.211 euros por alumno de centro público,
- debemos cumplir los objetivos educativos para 2010 fijados en la cumbre de Lisboa: reducción del abandono educativo temprano (es decir, más escolarización), del fracaso escolar (más medidas educativas), incremento de la educación permanente,…
Es evidente que en una época de crisis los recursos públicos deben ser administrados con rigor, austeridad y eficiencia, pero atender a las necesidades educativas es una buena medida, a corto y medio plazo, para superar la crisis. Si no hay ese convencimiento en nuestros dirigentes, propio de las que quieren ser Sociedades del Conocimiento, no hay nada que hacer. Por nuestra parte vamos a sugerir unas prioridades, inspiradas en las carencias de la educación en España, en el diferencial con la UE y en los compromisos de Lisboa:
- convenios con las Universidades públicas para mejorar la formación inicial del profesorado y maestros, fijando tasas muy asequibles para los máster que conduzcan a la habilitación para la profesión docente,
- incremento de plazas en los sectores y zonas en los que haya carencias más importantes: Infantil 0-3, FP de grado medio y superior, etc…
- desarrollo sustancial de la oferta de cursos destinados a la educación permanente o formación continua de los trabajadores mediante -entre otras fórmulas- la creación de Centros Integrados de FP, los convenios con los Institutos de Educación Secundaria que cuenten con FP, etc.
- fondo de compensación, vinculado a objetivos, que trate de corregir las desigualdades educativas territoriales de carácter histórico, que cuestionan la igualdad en el acceso de todos a la educación,
- incremento de personal, pero del dedicado a Servicios Educativos Complementarios (PSEC, también denominado: Personal de Administración y Servicios), permitiendo centrarse al profesorado en tareas docentes (y no en las administrativas o en otras asistenciales, pero no académicas) y atendiendo de manera integral las necesidades educativas de la población escolar."
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