FAMILIAS Y ÉXITO ESCOLAR

Juan Jorganes
Presidente de FIES
Alejandro Álvarez
Coordinador de FIES-Asturias
Existe una relación clara entre el éxito o fracaso escolar del alumnado de Secundaria y el nivel sociocultural de las familias. El alumnado con padres y/o madres con nivel de estudios más altos acuden más a las clases particulares. Las chicas estudian más horas en casa que los chicos. Así se constata en los primeros análisis de una encuesta presentados por la Fundación de investigaciones Educativas y Sindicales (FIES) en los números 11 y 12 de los Cuadernos FIES (www.fieseducacion.org). *

De las tres redes educativas (pública, privada concertada y privada no concertada), la pública es la que acoge al alumnado procedente de los sectores más bajos desde el punto de vista de las profesiones y el nivel de estudios de padres y madres. El estudio deja claro que la distribución social del alumnado, teniendo en cuenta las profesiones y nivel de estudios de padres y madres, se está haciendo de forma cada vez más desigual entre las diversas redes educativas. Esta distribución desigual se reproduce de forma aún más clara en el nivel de estudios de los padres del alumnado encuestado. Baste con apuntar aquí el alto porcentaje de alumnado de la pública cuyos padres tienen solo la titulación básica y el bajo porcentaje de padres que en la red pública poseen estudios universitarios frente al altísimo de la red privada. La concertada se sitúa en un plano intermedio.

El estudio pretende, entre otras cosas, valorar y cuantificar de forma rigurosa la relación entre el fracaso escolar y el ámbito sociocultural de las familias, con el fin de establecer de forma estricta los sectores que están en mayor riesgo de abandono y se puedan programar intervenciones específicas destinadas a esos sectores para, de esa manera, prevenir el abandono y el fracaso escolar. La encuesta presenta un cuadro en el que se observan las grandes diferencias de fracaso según el nivel de estudios de los padres, medido a partir de los datos de alumnado que ha repetido algún curso en Primaria y/o Secundaria y del número de suspensos en el curso y/o la evaluación anteriores. Lo que muestran los datos no es tanto un conocimiento nuevo como la confirmación estadística de la gran influencia que el ámbito familiar tiene en el éxito o fracaso del alumnado en la etapa de Secundaria.

Clases particulares y tareas escolares

Casi el 60% de los alumnos y alumnas de Secundaria asiste a clases particulares pagadas, la mitad de los cuales afirma hacerlo “porque lo necesita para aprobar”. Esto significa una presión curricular excesiva y un fracaso del sistema pues ese alumnado necesita apoyos que la escuela no le proporciona.

Al analizar los resultados por redes educativas, la red privada no concertada alcanza el 71,84% de alumnado que afirma asistir a esas clases, la privada concertada llega al 60,13% y la pública se queda en el 57,23%. Si tenemos en cuenta los diferentes tipos de centro de cada red, en los centros con una composición social de sectores más favorecidos socioculturalmente (IES urbanos del centro o privados) el porcentaje de asistencia es mayor, mientras que en los rurales y, sobre todo, en los urbanos de barrio el porcentaje desciende sensiblemente. También es muy significativo que, al analizar el 2 porcentaje de asistencia a clases particulares en relación con el nivel de estudios de los padres, sea el alumnado con padres con nivel de estudios más altos, aquellos que más acuden a las clases particulares. Esta misma desigualdad se observa al cruzar los datos de asistencia a clases particulares con la profesión de los padres: los mejor situados
económicamente son los que alcanzan mayores porcentajes.

Respecto al tiempo que el alumnado dedica al estudio en casa, los datos reflejan que las chicas emplean más horas que los chicos, lo cual explica que sean las chicas las que menos fracasan en esta etapa. Otro dato: las madres son las que más se ocupan de apoyar en las tareas escolares. Al relacionar el ámbito cultural de las familias con el esfuerzo de alumnos y alumnas (medido en horas de estudio), se observan algunas diferencias sólo en determinados intervalos. Pero, aunque el esfuerzo fuese igual, las posibilidades de éxito son más elevadas cuando los estudiantes han tenido la suerte de que su padre y, sobre todo, su madre, con un nivel cultural más alto ejercen sobre ellos mayor presión para el estudio y les proporcionan cualitativa y cuantitativamente más
apoyos tanto fuera como dentro del ámbito familiar.

* En el estudio de FIES han colaborado la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo y la Consejería de Educación del Principado de Asturias. Ha sido realizado a partir de una encuesta a 2.535 alumnos y alumnas de Secundaria y Bachillerato de 28 centros públicos, 18 concertados y 2 privados no concertados de Asturias. El estudio íntegro se publicará próximamente.

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